Croassroads: Encrucijadas del alma.

Un viaje inesperado a una de las tierras donde nació el blues, un músico olvidado en un hogar para ancianos, un jóven guitarrista blanco buscando la magia de la música del alma, de esos sonidos pantanosos, melancólicos e intensos. Un cruce de caminos de gran belleza, una cinta con ritmo, color y sensibilidad humana. Missisipi como el lugar de la tierra prometida, en el que el que el 'Perro ciego' Brown debe encontrar al diablo para que le sea devuelta el alma que vendió por el recocimiento y el éxito obtenido durante los años dorados del blues, mientras el 'niño' busca convertirse en hombre observando que para llegar a ello debe vivir, y debe enfrentarse a esas cosas que pesan en la vida, que generan el dolor necesario para expresar con una guitarra lo que el corazón quiere decir. En esta encrucijada, musicalizada por Ry Cooder y en la que el personaje de Willie Brown nos pone la piel de gallina, observamos a un viejo músico de blues recordando hazañas, guiando a un soberbio 'niño relampago' que aún tiene mucho que aprender para ser un 'blues man'. Paisajes, citas de músicos y hazañas reales de la historia del blues, una musicalización grandiosa de Cooder, una estética que nos abstrae a los aromas húmedos y verdes de Missisipi, la magia de los ancestros africanos, el misticismo, la amistad, el amor y la vida misma.
Gracias a Juan Heladio Ríos y su 'El cine paradigma de la existencia' del tianguis cultural del chopo por subtitularla, ahí la pueden encontrar.